El Corsa sigue cumpliendo kilómetros, esta vez pitamos los ochenta y nueve mil por carreteras húngaras.
El lago Balaton queda a unos
...para hacerse una idea del lago...
El castillo de Keszthely
Pero no vamos a pintar toda la excursión de negro, quien sabe si nos denuncia la agencia de turismo húngara o cualquier otra institución, ahora que nos siguen tan de cerca medios periodísticos tan plurales e imparciales. Las poblaciones que visitamos valían la pena, el palacio de Keszthely y las casas señoriales pertenecientes en otro tiempo a la elite del partido comunista de Balatonfüred (también su fuente de agua mineral con gas). También son muy bellas las vistas del lago al atardecer desde la península de Tihany.
Para acabar, un breve comentario sobre el balneario de Hévíz, donde se encuentra un lago de agua caliente a 36º C, en el que infinidad de ancianos húngaros y alemanes chapotean con un flotador en el cuello. Queremos hacer un llamamiento al nostre amic toni y decirle que deje su estresante vida laboral como periodista extorsionador y se retire en este lindo pueblo al sur de Hungría a pasar sus días.
3 comentarios:
Y yo me pregunto: ¿existen Los Naranjos del Lago Balatón?
Yo creo que se quemaron con las primeras heladas, pero para los buenos rojatas siempre estarán allí.
P.D.: Croacia 15 a 1 a que gana la Eurocopa, apostad vuestros ahorros
¿¿Cuándo venís??! Que tenemos muchas ganas!! Permanezcan atentos al blog, en breve se publicará un interesante documento gráfico sobre la auténtica selección española.
besines,
Muy triste fue lo del Lago Balatón. Matías Rakosi, primer ministro húngaro proestalinista quiso ser tan listo como su amo y pensó en convertir Hungría en un país de naranjas. Perdone que sea un poco largo, pero recuerdo que Maurice Duverger inicia su famoso libro con este párrafo: “En tiempos del staliniano Rakosi, los dirigentes húngaros decidieron cultivar naranjos en las orillas del Lago Balatón. Aunque sus aguas atenúan la crudeza del clima continental y dan un aspecto un tanto meridional a sus orillas resguardadas de los vientos del Norte, no por ello dejan de verse expuestas a intensas heladas invernales. El agrónomo encargado de la empresa expuso con valentía que ésta era quimérica. Fue en balde. Intérprete del materialismo histórico, fiel expresión de la verdad científica, el partido no podía equivocarse. Se plantaron pues, millares de árboles a base de divisas que escaseaban. Los árboles murieron.
Por consiguiente, el agrónomo fue condenado por sabotaje. ¿No había mostrado su mala voluntad desde el principio, al criticar la decisión del buró político?”.
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